La evolución de las aulas para la transformación de la educación.

 

Los pupitres, las mesas y las sillas tal y como las conocemos puede que tengan las horas contadas en las aulas del futuro. También el mobiliario fijo, sin movimiento y donde todas las clases se dan con una misma disposición. Desde hace un tiempo el colectivo de la Educación está inmerso en una revolución que pretende redefinir la enseñanza, tanto la forma de enseñar-aprender, como los espacios donde hacerlo. Un cambio que promueve nuevas pedagogías activas, trabajo cooperativo y aprendizaje basado en proyectos.

Según explica el sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense, Mariano Fernández Enguita “la escuela tradicional es un aburrimiento y por eso hay tanto fracaso. En las pantallas los niños están aprendiendo de forma autodidacta y luego llegan a clase y chocan contra un sistema decimonónico”. Dos expertos tan reputados como Michael Barber y Peter Hill han escrito: “Incluso los sistemas educativos más eficientes dan muestras de que el sistema está agotado”. y no sólo en las escuelas, la caducidad del modelo se traslada a universidades e incluso a la formación que se imparte en las empresas.

Siguiendo la filosofía Cool Working desarrollada por Actiu, y como consecuencia de la misma, nace Cool Learning. Se trata del resultado de un trabajo de campo realizado con la colaboración de expertos y usuarios finales de los espacios educativos. Según este estudio, los viejos paradigmas (jerarquía, memorización, rutina, aulas unidimensionales,…) quedarían relegados por nuevos valores donde potenciar los procesos, la redarquía, las habilidades personales, las competencias, la creatividad y todo ello, en ambientes diseñados para potenciar el aprendizaje.

Para crear estos espacios que potencien estos paradigmas y contribuyan al aprendizaje, los expertos coinciden en la necesidad de que estas aulas reúnan, entre sus principales características:

  • Flexibilidad, con estructuras modulares fácilmente regulables que permitan diversas configuraciones dependiendo de las necesidades del momento.
  • Tecnología y conectividad, mobiliario que permita la conectividad total: tecnología audiovisual, videoconferencia, puntos de acceso inalámbrico, acceso a la información, etc.
  • Comodidad, una instalación que promueva el bienestar y el sentirse bien.
  • Sostenibilidad, es importante tener en cuenta la luz natural, la acústica o mantener temperaturas óptimas, la gestión eficiente de los recursos naturales.
  • Favorecer la salud, la promoción de hábitos saludables y un mobiliario que cuide de la ergonomía.
  • Comunicación, para promover el intercambio de conocimiento, el trabajo en equipo y generar ambientes más cordiales.
  • Autonomía entre sus usuarios para generar un mayor compromiso, motivación y confianza.

Lo dicho, todo evoluciona y como no podría ser de otro modo, la educación también lo hace.