¿Por qué trabajan las personas en mi empresa?

Cuando la OMS alerta de que “la riqueza de una organización se mide por la salud de sus trabajadores” o cuando estudios concluyen que “las empresas con trabajadores felices pueden aumentar su productividad un 31%”, resulta imprudente para cualquier compañía que quiera crecer no aplicar las acciones necesarias para conseguir un entorno en el que los trabajadores estén motivados por lo que hacen, se sientan atendidos e integrados como parte de un equipo que camina hacia un mismo objetivo.

Sociólogos, psicólogos y profesionales de RRHH de la talla de Mario Alonso Puig, Pedro Marcos, Ángel Luis Sánchez o Jordi LLonch se dieron cita en la primera edición del Congreso de la Felicidad y Productividad en la empresa organizado por Emerge Alicante en esta ciudad, para explicar por qué la salud y el bienestar son palancas para mejorar el compromiso y la productividad de los empleados, en la que junto a empresas de la provincia como ActiuMeliá, Energy System y Natural Cosmetic Lab, compartieron las estrategias que siguen para promover el bienestar en sus organizaciones.

Desde “cuidar la alimentación, el ejercicio físico o el control del estrés”, “favorecer la conciliación promoviendo horarios flexibles” o “dedicar tiempo y escucha a los trabajadores respondiendo a la pregunta ¿por qué trabajan las personas en mi empresa?, los diferentes directivos de las empresas participantes reflexionaron y compartieron las acciones implementadas en sus respectivas compañías.

Estamos inmersos en un cambio de paradigma global que ha situado al bienestar (wellness) como una prioridad en la agenda corporativa: la apuesta por el Wellness supone una oportunidad para que las empresas impulsen su competitividad y un elemento diferencial para la atracción y fidelización de talento. Según un informe realizado por la consultora internacional especializada en WellnessCBRE, “para el año 2040 las líneas entre hogar y trabajo se habrán difuminado. El lugar de trabajo será un espacio donde los profesionales vivan la oficina y donde se fomente su salud y bienestar, nos ofrecerá prestaciones responsables como un mayor acceso a iluminación natural y ajustable, acceso a servicios de alimentación saludable o fitness”.

Hay una gran relación entre las oficinas sanas y la eficiencia energética que no se puede obviar. La salud y el bienestar son una potentísima proposición de valor que afecta a todas las personas de la organización.  La eficiencia energética es una importante fuente de ahorro de costes más relacionada con las instalaciones y sus operaciones. Ambas iniciativas deben ir de la mano ya que la tecnología permite esta retroalimentación. Si echamos la vista atrás, escasamente 15 años, podemos esbozar una sonrisa recordando aquellas personas que auguraban que la sostenibilidad era una moda pasajera. Hoy en día todos los edificios con intención de proyectar un mínimo atractivo, contemplan una certificación sostenible.

Pasados estos 15 años, las necesidades de las empresas y sus trabajadores se han ampliado y, en este nuevo escenario, es importante también que las oficinas sean herramientas que permitan motivar y comprometer mejor a sus trabajadores para que estos mantengan un nivel equilibrado tanto de salud como de productividad.

Para las áreas de RRHH, las oficinas se han convertido en un instrumento esencial para interactuar con sus trabajadores en la generación de valor mediante el desarrollo y el cultivo del talento humano, y una de las palancas que más se van a emplear para lograrlo es la de salud y bienestar. En este sentido Ofrecer la mejor experiencia a nuestros empleados, aportarles bienestar físico y emocional, son objetivos que cada vez demanda más el profesional cualificado. El empleado percibe que la organización hace un esfuerzo por cuidarle y empoderarle y eso al final, siempre se traduce en cifras positivas y rentables para la empresa. Por tanto, el colocar a las personas primero, al final, hace más eficiente la organización” afirma Soledad Berbegal, Directora Estratégica de Marca de Actiu.

Para los que piensan que, como en el caso de la sostenibilidad en las empresas, promover la felicidad del trabajador para ser más rentable es una moda pasajera, sólo tienen que remitirse a las conclusiones de numerosos estudios sobre el terreno, en diferentes organizaciones de todo el mundo. Tras incorporar elementos que favorecen los parámetros mencionados (bienestar y salud), el absentismo se reduce un 37%, los accidentes laborales disminuyen un 41% y en contrapartida, crece la productividad un 21% y la rentabilidad de los negocios se incrementa hasta un 22%.