Las claves para el diseño en los nuevos espacios de trabajo
Todos los datos apuntan a que tanto el presente como el futuro del diseño de los espacios de trabajo implican colaboración. En comunidad se es más fuerte que trabajando solo. El compromisono es sinónimo de largas jornadas de trabajo o calentar la silla, los mejores resultados se obtienen en entornos de confianza. Adiós a los egos, a los puestos de trabajo fijos. Hola a compartir conocimiento, introducir tecnología, teletrabajo, a combinar generaciones con visiones diferentes, a ser conscientes de la importancia de la sostenibilidad y el bienestar.
La proliferación de espacios de coworking en los últimos años ha contribuido a consolidar estas premisas. Según las previsiones de la empresa dedicada al estudio de tendencias tecnológicas Emergent Research, se espera llegar a los 12.000 espacios coworking en todo el mundo para este 2018. Este tipo de entornos sirve de referencia para las grandes compañías que llevan a cabo nuevas estrategias de diseño para sus espacios de trabajo y se contagian de los beneficios de la flexibilidad y la interacción.
Uno de los conceptos asociados al coworking que se trasladan a la empresa es el de la flexibilidad. Muchos profesionales reivindican su derecho a trabajar en los horarios en los que pueden aprovechar al máximo su productividad creativa o su rendimiento. Según un estudio de Fast Company, solo el 30% de los cotrabajadores prefiere trabajar en horario de oficina. Mark Dixon, director general de Regus, sostiene: “El futuro del trabajo no debería estar definido por el espacio o el lugar, sino por el individuo y las tareas que tiene que desempeñar”. La flexibilidad también se ha de aplicar al espacio, diseñando entornos con posibilidades de poner en práctica variedad de dinámicas en función de las necesidades concretas que surgen de cada proyecto.
Las formas de trabajo de inventores, músicos, científicos y muchos otros creativos de la historia demuestran que los espacios físicos tienen la capacidad de estimular la creación. Todo lo que nos rodea influye sobre nuestra percepción del momento, determina nuestra capacidad de concentración y condiciona nuestro estado de ánimo. Y las empresas están tomando nota.
La ocasión para compartir conocimiento en relación a esta necesidad de diseñar entornos que generen un clima de confianza, potencien el trabajo colaborativo y favorezcan un ambiente distendido dentro de las compañías, se ha dado en Workplace Strategy Barcelona, organizado por Grupo Vía y celebrado en el showroom de Actiu en Barcelona, el foro donde expertos de diferentes perfiles profesionales tratan el tema desde diversos enfoques.
Beatriz De Latorre, directora de Workplace y Diseño de Savills – Aguirre Newman, comenta en este marco que son actualmente las personas las que se colocan en el centro a la hora de diseñar oficinas. De Latorre propone trabajar con herramientas como entrevistas one to one, workshops, encuestas y análisis de frecuencia de uso de los espacios antes de la toma de decisiones.
El director de Zig Zag Soluciones Creativas, Adolfo Vicente, habla de la necesidad de mostrarse ágil ante los cambios y que, para fomentar la productividad, se plantean espacios más abiertos, flexibles y dinámicos. Según su experiencia, esto se manifiesta en la creación de nuevas zonas dentro de las oficinas: Brainstorming Areas para favorecer el intercambio, Thinking Rooms para la concentración, Stand-Up Meeting Points (con mesas altas) en las que las reuniones son más dinámicas, rápidas y participativas, Open Spaces con elementos acústicos fonoabsorbentes o Gaming Rooms para favorecer la relajación, entre otros.
Desde Alting Grupo Inmobiliario, Jerónimo Martín señala la exigencia de concebir los espacios con la finalidad de albergar diferentes necesidades a lo largo del tiempo y de considerarlos una herramienta de atracción y retención del talento en sí mismos. En esta línea, Mapi Martínez de Areazero 2.0 explica el proceso de diseño de las nuevas oficinas para Titan, que han pasado de un espacio donde no había comunicación entre diferentes departamentos y los empleados a penas se conocían, a disponer de un nuevo espacio colaborativo en la Torre Auditori de la Zona Franca: puestos de trabajo openspace en fachada, reducción de despachos, zona de showroom, office, phone boxes, taquillas y espacio Foro. Asimismo, Lola Antón, directora de Areazero 2.0. ha compartido el trabajo de workplace realizado para Almirall que de unas oficinas jerarquizadas, con despachos grandes y cubículos para empleados se han trasladado a unas nuevas oficinas en Sant Andreu de la Barca que eliminan las jerarquías y potencian los espacios colaborativos y de reunión (que ocupan la mayor parte del espacio) mientras que los puestos de trabajo se agrupan por barrios con una implantación a 45º que favorece la libertad de recorridos.
Además, los profesionales de primera línea Francisco López, director territorial de Cataluña de BNP Paribas Real Estate; Cristina Matesanz, Head of Design en Barcelona de Tétris JLL; Albert Gil, arquitecto y socio de Batlle i Roig; Jordi Paris de Pich Architects, Albert Blanch de BCA, argumentan en esta misma línea sus filosofías de trabajo, necesidades de los clientes y tendencias que se reflejan en sus últimos trabajos.
El concepto ‘espacio de trabajo’ ha cambiado desde que el propio trabajo ya no se concibe como un lugar, sino como una acción. Y para que haya acción tiene que darse previamente la emoción. Crear entornos que emocionen, que conecten de forma positiva al usuario con su tarea, que lo ayuden a desarrollar todo su potencial es la clave para diseñar las nuevas organizaciones donde aportar valor, sentirse cómodos y mejorar la productividad.